martes, 29 de junio de 2010

Breve guía del fan del bricolaje

  Una de las ventajas de ser hijo de un manitas es que con tiempo las habilidades se te van pegando, y si esas habilidades se refieren a poder hacer casi cualquier mueble que se te pone por delante, la ventaja es que uno mismo acaba pudiéndose hacer el mobiliario de la casa y, encima, por una cantidad irrisoria de dinero.
 
   La culpa, en el buen sentido, de este "entrenamiento" gradual la tiene la tienda, que tras 16 años haciendo los muebles de la misma (no es por presumir pero somos la librería de cómics con muebles mas cojonudos y optimizados, fruto de tener unas buenas manos para hacerlos y muchos años de constante evolución en sus diseños. Un día pondré unas fotos de la historia de los muebles de Akira Cómics para los que aun piensen que soy un fantasma...) se pilla una experiencia brutal, así que cuando me mudé a mi nueva casa hace tres años decidí vestirla con algunas cosas de Ikea (como casi todo el mundo) y luego complementarla con mis diseños propios donde Ikea no me resolvía el problema o hacer el mueble de encargo me salía por un ojo de la cara.



   A continuación describiré el "making of" de los cinco muebles que tuve que currarme de cero y que me salieron por el coste del aglomerado, apenas 100 euros en total.

   Mis muebles de Ikea, salvo uno, eran tono de roble entablillado, de hecho había adquirido los clásicos "Billy".   Para la habitación del ordenador necesitaba una mesa donde poner el iMac y el PC y eso lo compré también en Ikea, que tienen en catálogo una mesa de escritorio de dos metros de largo, blanca y bastante curiosa. El problema era acompañarla de un soporte para los monitores, cd's y libros.
    En el resto de la casa necesitaba un mueble para la Tele, el Apple TV, el DVD-Blu Ray y consola, otro para mi colección de películas, otro pequeño para colocar sobre él a modo de peana el traje de Vader en su maniquí y finalmente un pequeño mueble-chaflán para terminar la pared donde tenía las Billys. En total, como dije, cinco muebles cada uno con sus dimensiones y tamaño correspondientes, todos en roble entablillado de 16 mm por supuesto.


  1.- Diseño:

Plano del diseño del mueble que va encima del escritorio de los ordenadores.
  Este primer punto siempre me ha encantado desde que diseñé los primeros muebles de inauguración de la tienda. Me parece el paso más creativo de todos puesto que tienes que dibujar el mueble en cuestión en cónica a partir de las medidas de la habitación y de tu idea de como va a ser. Aquí todo vale, luego ya habrá tiempo para modificar elementos del diseño o rectificarlos. En el caso de la tienda, por ejemplo, fue muy interesante (y de un curro avasallador) el diseñar todos los muebles del nuevo local, ya que hablamos de dos plantas de 360 m2 lo que suponía más de 10 diseños diferentes en más de 30 muebles.
  En mi casa por fortuna la cosa iba a ser mas sencilla. El mueble mas facilito era el altar-peana del Traje de Vader, el más original el esquinazo-chaflán de los Billys y el más complejo de proyectar fue el de los ordenadores (por sus diferentes niveles).


  2.- Desglose en maderas:

Despiece de uno de los tableros a encargar. Notese los retales indicados con aspas.
   La segunda parte, casi a continuación del diseño, consiste en desglosar en piezas el diseño de cada mueble. Aquí hace falta bastante práctica para no cagarla puesto que el objetivo consiste en optimizar el tablero de 244 x 122 cms (tamaño del tablero que vas a encargar a la empresa que te vende las maderas y las corta) para que cunda lo máximo posible y quepan el mayor número de piezas en el mínimo espacio dejando los menos retales que se puedan, así en vez de gastar -por ejemplo- tres tableros, podemos usar uno o dos y nos ahorramos un tablero y mil retales. Esta parte es la más compleja y la que requiere más práctica puesto que el optimizado es puro cálculo y hay gente que o tiene esa habilidad o no la tiene. Luego la práctica se refiere a saber calcular en el despiece los diferentes grosores de las maderas (recordemos que estamos encargando tableros de 19 mm) puesto que a la hora de ensamblar todo hay que contar en las medidas globales esos 19 mm que se nos consumen del canto de cada pieza. Si esto no se tiene en consideración ocurre lo que luego veo en muebles (hechos a mano) de otras personas, que las piezas han sido encajadas a lo cutre y quedas pequeños huelgos en las uniones o sobresalen un poco los cantos. Esto es un error de principiante que, por suerte, con la debida práctica y atención se va arreglando. Una de las cosas más chulas de construirte tus propios muebles es precisamente esto.


 3.- Encargar los cortes:

  Esta parte es simple, le envías los planos del desglose de cortes de cada tablero a la fábrica de maderas con la que trabajas. (Especificándoles el tipo de madera, aglomerado con melamina de roble entablillado, y grosor, 19 mm). Normalmente una empresa de estas te hace el canteado de los cortes según se los especifiques (pero ojo a esto, que hay que indicarlo claramente o se harán un lío y te faltarán cantos o te llegarán cortes con canteo donde no deberían ir) yo en mi caso les escaneo los despieces que previamente hice de los tableros de 244 x 122 y se los envío por email.  Luego solo queda esperar a que te avise el transportista de que te llega un buen cerro de maderas de distintos tamaños y longitudes que, cual puzzle, tienes que organizar y ensamblar. (Como veremos más adelante)
   Como nota adicional añadiremos aquí que es muy recomendable que el canteo lo encargues con los cortes a la empresa de maderas SIEMPRE que ello sea posible, ya que te ahorras un trabajo importante y sobre todo te van a facilitar un canto de aspecto profesional (como os muestro en mis fotos) comparado con el canto térmico que se puede comprar en cualquier tienda de bricolaje y que se aplica con calor (una plancha normalmente). El canto de la empresa de maderas es de PVC y está ajustado al ancho de la madera (19 mm) de forma que una vez terminado el mueble, el aspecto "profesional" que adquiere es soberbio.


 4.- Clasificado de las piezas:

Uno de los montones de maderas cortadas que llegaron a casa.
  Esta parte es para mí siempre la mas peñazo porque te llegan trescientos veintisiete trozos de madera largos, cortos, anchos, delgados, etc, etc y totalmente revueltos, sin orden ni concierto, y se pierde un buen rato (pero largo) ordenando todas las piezas con los planos de desglose al lado, para ordenarlas por muebles y que no sobre ni falte nada, porque si nos ponemos a ensamblar directamente sin tener esto perfectamente claro luego nos podemos llevar la desagradable sorpresa de que nos falte o sobre alguna parte del mueble.
   Por supuesto eso no es un mal irreparable, pero puede ocasionar que haya que desensamblar una pieza por no pertenecer a ese mueble concreto y quedar así los restos de un taladro donde no se debe, redundando en el aspecto de chapuza global del mueble. Como aqui no queremos ser chapuceros sino dejar un mueble lo mas perfecto y profesional posible, perderemos el tiempo que haga falta en clasificar bien las maderas antes de pasar al ensamblado.


 5.- Ensamblado del mueble:

Aspecto del mueble de los ordenadores colocado según se terminó de montar.
    Sobra decir que necesitaremos una serie mínima de útiles para trabajar la madera y terminar de montar los muebles. Serán una taladradora con broca para madera de 19 (mas de una porque las cabronas tienen una cierta propensión a romperse) un par de escuadras para ir ensamblando los ángulos rectos sin agobios, destornilladores (estrella, plano y tipo allen), tornillos, lápiz, regla, escofina (lija de madera para entendernos) un metro y una lerna (para hacer el agujero en la madera por donde entrará la broca) .
   Ojo, los tornillos son de estrella de 50x5 (poco recomendables) y sobre todo los tipo allen de 50x5 (ideales para ensamblaje de aglomerado de 19 mm. El perfil es DIN 7991 y los tienes a patadas en Soriano o Leroy Merlin por ejemplo)
   Tornillos se gastan a millares en este tipo de muebles así que es recomendable no ser tacaño y comprar un par de cajas de cincuenta unidades por lo menos, puesto que es una faena quedarte sin tornillos a mitad de mueble y tenerlo que dejar detenido hasta comprar mas.

   El ensamblado de los muebles tiene su orden, su técnica y su arte, como casi todo en esta vida. La lógica del ensamblado obliga a comenzar por la base si se trata de un mueble que apoye, y seguir un cierto camino que te permita avanzar sin que la taladradora se vea entorpecida por las propias piezas que vamos añadiendo al mueble. Hay que tener mucho cuidado si dejamos ángulos rectos ensamblados que queden en vano, esto es, sin apoyar, ya que un ensamblado de dos maderas de aglomerado de 19 en ángulo recto es más frágil de lo que parece, y si no apoya en ningún lado podría llegar a saltar el punto de atornillado y arruinar el mueble.

  Alguna vez se dará la situación de encontrarnos una pieza que no haya podido ser canteada por la empresa de maderas y que queramos que lo lleve por su disposición visible. En este caso no habrá mas remedio que utilizar canto térmico y aplicarlo bien, asegurándonos de que pega correctamente y luego dejando los cantos bien ajustados con la escofina.

                      El mueble (terminado) donde se apoya el disfraz de Vader.

     A mí me ocurrió con el mueble chaflán de las estanterías Billy, puesto que las baldas estaban diseñadas como triángulos rectángulos siendo la hipotenusa de los mismos el lado visible de cada balda (como se aprecia en las fotos). El problema estribaba en que una cortadora de maderas no hace cortes en ángulo de forma que ellos me facilitaron las piezas con forma de rectángulo y fui yo quien tuvo que serrar dichos rectángulos y por lo tanto el canto no había sido aplicado por ellos. Como las piezas eran triángulos rectángulos hechos "a mano" (para diferenciarlo de los cortes que te hace la empresa de maderas) hubo que ajustar el ángulo mas pequeño de ese triángulo con la escofina en plan trabajo de precisión y cantear con el térmico dicha hipotenusa. Por suerte el resultado final quedó, como se puede apreciar, bastante resultón.

                      El mueble del esquinazo-chaflán ya terminado y colocado.

  Una vez ensamblado cada uno de los muebles solo resta colocarlos en su sitio y ver como lucen, si tienen que ir pegados a la pared y hay rodapies en la misma tendremos que serrar (con la sierra de calar que es más cómodo) la parte de la madera que se comerá el rodapies para que puede pegarse completamente a la pared. En caso de que sea un mueble susceptible de caerse (por ejemplo el de esquina-chaflán) le agarraremos a su mueble contiguo con tornillos o con abrazaderas para mueble (las venden diseñadas específicamente para esta tarea). Si el mueble va a llevar cables por dentro (como el mío de la televisión) convendrá taladrar los huecos para dicho cable, cosa que haremos con el taladro circular sobre la pieza en cuestión. Esto lo podemos hacer tanto antes de montar todo el mueble como una vez hecho, yo personalmente prefiero hacerlo siempre al final del proceso ya que puedo controlar visualmente el recorrido del cable y hacer los agujeros justos.

                       El mueble de la tele ya terminado.

  En resumen, el bricolaje es una actividad creativa tan apasionante como el resto de las actividades artísticas que consumen mi tiempo libre. Sus ventajas, que es creativo 100% y extremadamente barato. desventajas, ninguna. Su personalización es completa y se logra hacer unos muebles de look casi casi profesional que para una persona no entendida da el pego totalmente. (como tengo demostrado en mi casa cuando llevo invitados).

                           El mueble de DVD's ya terminado.

   Confío en que os haya gustado este post sobre bricolaje, podéis usar los comentarios para contar vuestras propias experiencias con la madera.

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