lunes, 26 de abril de 2010

Sergio Aragonés es un crack!!

Buenas a todos!

Tengo una vieja anécdota que tuve hace ya unos años con Sergio Aragonés, a la sazón excelso autor del sinpar "Groo el Vagabundo" (Groo the Wanderer) y un tipo realmente genial.

En 1996 Planeta de Agostini llevó a Sergio Aragonés de ronda por algunas librerías de España para firmar y visitar, y una de las elegidas para tal honor fue la nuestra. En la expedición creo recordar que acompañaban al propio dibujante Toni Guiral (entonces editor de cómic Europeo de Planeta) y Antonio Pérez, entonces el Director Comercial de Forum, luego jefazo maximo (estos últimos años) y hace poco famoso por ser destituido de su cargo.




A lo que iba, resulta que ese día Sergio Aragonés pasó un agradable rato con bastantes de nuestros clientes habituales (por ejemplo Valentín Álvaro a quien tengo por aquí cerca su blog) y después nos fuimos con él y los mencionados Guiral y Perez a tomar unas cañas (ese gran deporte español) a un bar cercano. Allí hablamos y nos reimos de numerosas anécdotas divertidas del mundillo, entre las que le recordé a Sergio Aragonés una protagonizada por él mismo y de la que yo había sido testigo de excepción. Se trataba del Saló del Cómic de Barcelona del año anterior (1995). Esa anécdota es el centro neurálgico de esta primera entrada de mi blog, voy a ella:

El Saló del Cómic de 1995 había estado yo "destinado" como avanzadilla de Akira Cómics en Barcelona todo el fin de semana que duró el evento, acompañado por mi buen amigo Miguel Sanchez (entonces faneditor de "El Acaparador Universal") y su madre. A lo largo de los tres días en Barna (viernes-sábado y domingo) me entretuve acudiendo a diversas sesiones de firmas, a destacar la de Carlos Pacheco, Sergio Aragonés y Alan Davis. De hecho, Alan Davis firmó el mismo día y apenas unas horas antes que Sergio Aragonés.

La anécdota comienza con la sesión de firmas de Alan Davis, al mediodia del sábado, el día grande del Saló por antonomasia. Eramos mil y la madre haciendo cola y aunque hay que reconocer que la gente respetaba poco la cola a la hora de esperar turno, lo cierto es que era por el flipe que provocaba en todos el ver dibujar "in situ" a un genio del lápiz como Alan Davis, que en pocos trazos hacia una Meggan, un Rondador o un Capitan Britania.
Era sencillamente genial, y lo teníamos ahí detante, orondo y algo paliducho, con ese aspecto cuarentón y algo borde que tienen muchos ingleses. Era Alan Davis, al alcance de nuestras manos y todos alucinábamos con sus dibujos de forma que poco a poco la cola se acercaba a su mostrador (estaba en el stand de Planeta) para ver más de cerca cómo dibujaba. El problema radicaba en que el buen señor resultó ser tan genio como estúpido, y se nos agobiaba con la mera proximidad de los fans y no entendía que tenía delante a un buen puñado de aficionados que estaban disfrutando con su arte y deseaban verlo un poco mas de cerca.
De hecho, cada poco acercaba la cabeza a su traductora (Ana María Meca, famosa por aquel entonces por su trabajo en los mangas de Planeta) quien nos instaba, con su característico castellano con acento catalán timbrado "dice el señor Davis que si no os apratáis del mostrador se va ahora mismo" y todos, acongojaditos vivos, dejábamos tres kilómetros de distancia, hasta que, poco a poco, flipando al verle dibujar, dicha distancia se volvía a reducir paulatinamente.
Así estuvimos las casi dos horas que firmó el Señor Davis, y tanta mella hicieron sus constantes amenazas en el público allí presente que cuando al despuntar la tarde se sentaba Sergio Aragonés en esa misma silla y en ese mismo mostrador de Planeta para firmar Groo's y lo que hiciera falta, el autor castellonense (nació en la capital de la Plana aunque es mexicano de adopción) reparó muy rápidamente en nuestra excesiva actitud de respeto para con él, temerosos de que se repitiera el mosqueo de Alan Davis.

Lo que pasó en ese momento, la reacción de Sergio Aragonés, fue uno de los momentos mas divertidos e interesantes de mi vida dentro del mundillo del cómic, a la par que una puesta en claro de lo que supone ser un autor que dibuja, firma o lo que sea, ante su público.

Sergio Aragonés levantó la vista, nos miró sonriente mientras seguía dibujando su Groo a uno de los chavales, y nos soltó de una tacada, con su divertido y característico acento mexicano:

"No se apuren, acérquense, acérquense..." (todos hicimos caso y la fila se relajó hasta ser casi un grupo de amigos en torno a un dibujante mas que una rigurosa hilera de fans serios y callados)
"...si esto es un honor para nosotros, aqui rodeados de ustedes, uno se siente importante, luego vuelves a casa y de nuevo no eres nadie cuando te dice tu mujer ~Sergio saca la basura. Sergio esto, Sergio lo otro...~..."

Y ante ese comentario la carcajada fué tan unánime como el relax que produjo en todos nosotros, que comprendimos que estábamos ante un tipo que sabía perfectamente el regalo del cielo que significa ser un autor cool, una estrella en su campo. Que no se le había subido la gloria a la cabeza como hacen ciertos músicos, futbolistas, escritores o dibujantes, Alan Davis el primero de ellos, que ese día había comentado, tras la sesión de firmas, que no deseaba volver a España nunca jamás de los jamases en vista de como había sido el público español.

Fíjate lo mucho que nos importó a algunos, en vista de la radicalmente opuesta reacción de Sergio Aragonés a la llamada de la fama, y es que como decía en el título de esta primera entrada, Serio Aragonés es un crack!!

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